Una mudanza exige que estemos pendientes de muchas cosas para que nada se pierda o se acabe rompiendo. Hay unos cuantos elementos que merecen recibir una atención especial, entre ellos se encuentran los electrodomésticos.
Este trato especial no es solamente durante el traslado, también es preciso darle el cuidado adecuado para que funcionen con normalidad en su nuevo destino. Para realizar la mudanza de los electrodomésticos es necesario que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Antes de su traslado es preciso que desenchufes frigoríficos y congeladores con un par de días de antelación. Deben de descongelase y limpiarse. Por eso también es importante que no tengas muchas cosas en su interior porque podrían estropearse.
- Cuando lleguemos a nuestro nuevo hogar iremos desembalando los electrodomésticos, pero hay que esperar al menos una hora antes de instarlo. El gas de refrigeración tiene que volver a asentarse después de la mudanza.
- Antes de embalar cualquier electrodoméstico lo limpiaremos bien. Para ello es preciso que esté desconectado del gas, agua, red eléctrica o cualquier otro sistema para que funcione. Hay algunos, sobre todo aquellos que se abastecen de gas, que deberían de ser desconectados por profesionales cualificados para evitarnos algún susto.
- Lo ideal es que el embalaje de algunos aparatos electrónicos, como pueden ser televisiones, vídeos, ordenadores o impresoras, se realice con el embalaje original. En el caso de que no tengas a mano la caja original que venía con ellos tenemos dos posibilidades. Una de ellas es envolverlos con una manta consistente y trasladarlos con mucho cuidado y la otra en cubrirlos con un plástico y meterlos en el interior de una caja reforzada y pensada para mover objetos frágiles.
- Recuerda poner bien claro la palabra frágil en aquellas cajas donde traslades elementos que se puedan dañar. De esta manera se llevarán con mucho más cuidado que el resto de cajas.